El miedo ha encarcelado por muchos años mi vegetal mirada. He sentido el compromiso de proteger mis huesos y pulir hasta el más indefenso aliento de las olas. He sentido la cruel necesidad de atar todas las banderas al cuello de la cólera, martirizar las poéticas rosas sin importar su etérea delicadeza, he sentido el hambre de ahorcar todos los pasajes que conllevan al más orgásmico desaliento… tratar de adelgazar la línea que une al paraíso, de los huesos.
Extracto.
6 comentarios:
Nos atenazan las angustias vitales; es importante hacer volar los miedos para que no encarcelen nuestras vidas.
Un abrazo.
En pocas pero intensas, poéticas y entregadas líneas, me ha parecido leer la historia de una vida...
Un abrazo muy fuerte!
Hermoso relato, diria que encuentro en tus versos reminiscencias de A. Rimbaud, me pareció que en un momento tus palabras se enredaban entre significados llegando a tocarlos perfectamente, gran poética, inspirador.
Salu2
entonces, después de tantos años de fastidioso miedo, habrá que desplegar vegetales alas y emprender el vuelo, por sobre toda línea*
un beso,poeta!
Un poema alado lleno de furia. Abrazos.
yo he tratado de ahorcar todas mis palabras. el lápiz se agota, la tinta acaba. ¿estamos todos locos? pero si esto recién comienza.
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