...Caigo en mi instinto:

...Caigo en mi instinto:
No lloro, no me lloro. Todo ha de ser así como ha de ser, pero no puedo ver cajones y cajones pasar, pasar, pasar, pasar cada minuto llenos de algo, rellenos de algo, no puedo ver todavía caliente la sangre en los cajones. Gonzalo Rojas, Contra la Muerte

lunes, 1 de junio de 2009

Huella Decrépita

Día normal, sabores de domingo.
Las aves tranquilas sin catástrofes,
Los barcos inmunes
Ante la marea estólida.
Caminamos dementes ante la luz cegadora,
Como el pretexto perfecto de no adormecer
La palabra. Un hola desvanece el cerro
Profundo, mientras vuelan sobre el cosmos
Los más despreciable alborotos de ciudad
Caótica.
La luz verde indica la explosión;
Como el tren vuela sobre el cielo
Por la drogada mirada de flores poéticas.
Digamos como el olor putrefacto del cebo
De las calles, la huella gozosa de sudor sin
Presión, los cadáveres de ciénaga y charcos
Fluviales, torrenciales almas sin ultratumbas
Y arena estéril:
Derriten el espesor de dudas para llegar
Al punto infinito, y mundo vetusto.

Es el palacio y busto de cerámicas,
Como guerra inexistente de nubes y estruendos.
Pensar que Doña maría viene del negocio,
Su sudor encandila el aire diseminado,
La disociación y su pretérito hablan sólo
De su histeria abominable y sin trastorno.

La ciudad se ve silenciosa,
Los faroles han chispeado su luz etérea,
El mareaje ha guardado su más útil furia.
Por el temblor del cerro moreno
Las gaviotas han dormido en coma,
Como el estigma a salido a invadir las
Calles durmientes, de un planeta sin vertiente.

5 comentarios:

silvia zappia dijo...

"...y es domingo en mi cabeza...", dice Silvio Rodríguez.


"...los domingos siempre llueve."(escribí yo una vez)


Y vos escribiste esta magnificencia!

Mil besos!

Juana Macías Moreno dijo...

Sabes, cuando yo era niña los domingos para mí se parecían a lo que tu describes en este poema (trasladado a un mundo infantil, claro yo no podía usar ese lenguaje, pero sé que lo sentía).Ahora he aprendido a soportarlos y casi me llevo bien con los domingos. genial, Cromosome querido.

Un gran beso.

Anónimo dijo...

los domingos son buenos, hasta el mediodía..

Logan y Lory dijo...

Sabores, olores, luces y sombras de domingos, de gentes, de coches, de helados o castañas, según la estación, pero con la reverberación de la vida de un domingo.

Lírica hermosa para describir vivencias.

Un abrazo

Ismael U. V dijo...

Bueno según la forma en que nos sentimos, proyectamos una visión distinta sobre la ciudad, entiendo esa perspectiva, cuando uno toma consciencia del caos, mientras otros seres duermen placidamente en la cuidad.
Buenisimo!
Saludos desde California.