...Caigo en mi instinto:

...Caigo en mi instinto:
No lloro, no me lloro. Todo ha de ser así como ha de ser, pero no puedo ver cajones y cajones pasar, pasar, pasar, pasar cada minuto llenos de algo, rellenos de algo, no puedo ver todavía caliente la sangre en los cajones. Gonzalo Rojas, Contra la Muerte

sábado, 4 de octubre de 2008

Aborto y ausencia.



Alarmada se encuentra, ella preocupada está.
La armonía convierte el espesor en ardor,
la agonía y la edad sobre salen al dolor
El placer extaciado suspira al rasurar
cada palpito que le dan sus entrañas,
solo el aire borra las hogueras extrañas,
La marea sube, y el sol se guarda.
Laguna roja brota el polen,
sus manos retocan su estomago,
pues, el agua abunda,
sus manos rojo metálico,
aprietan y no sueltan el lazo.

La sentencia reprime el grito,
el beso recuerda aun más el abismo,
pues tu ausencia retiene el calculo,
las matemáticas abundan
y tus pasos desangran el alma.
No queda más que correr al silencio,
la palomas aullan, esconden el dolor,
y la mentira niega
cada paso que se da en la alfombra de mimbre.
La escalera se alarga,
como hielos en manos,
como caballo que corre,
como un cisne que vuela,
Como el cordón sale al ''alba,
y el pasto al rocío''.

1 comentario:

AsfixiadeMujer dijo...

La sentencia reprime el grito,
El beso recuerda aun más el abismo"...

Me encantaron esas líneas...
Pero que triste poema, sufrimientos olores, martirios, ausencias...
Calibrados en el entorno, por materia inerte sin vida sin alma...


Profundo, muy profundo