lunes, 24 de noviembre de 2014
sol edad
surcando voy llenando de columnas mi camino
guardándome un trozo de cielo en los bolsillos
mientras avanzan las multitudes,
con canastos de manzanas en las cabezas
y sangre amarilla en los ojos,
ahí va mi padre, delante de todos,
en forma de rito recoge mis lágrimas como agua,
y las bebe como agua,
regando el océano se posa a gritar mi nombre.
Ahora estoy yo, regando el cielo,
con risa de antipoeta,
mirando en mi living su cara,
con rostro de fotografía en movimiento,
en el desierto, sin agua,
con risa de poeta.
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