[ Pintura - René Magritte ]
Girando van las gotas de la locura,
Un poco más allá de mis manos,
Pues no alcanzan a tocarlas.
Tengo el ánimo un tanto desvariado,
El peso es mi ropa,
El ruido de la ciudad
Rompe esquemas nunca antes vistos.
Pero el ánimo sigue,
Imposible detenerlo unos segundos
Sin sonrisa o sin lágrimas, quizás.
He detenido la escritura en mi mente,
Para sentir, cuan pesados son estos
Pensamientos que rompen mi memoria,
sin dejar rastro alguno de este caos,
sin guardar nada, olvidando todo.
¿Cómo buscar aquello perdido y olvidado?
Tendré que poner paraguas en todo el cielo,
Almacenar lluvias, labios, y piernas
En las bodegas de la nostalgia,
Y así descubrir cuan guardados están
En mi piel, en los rincones por donde vuelan
Los jinetes y su poesía en la boca,
Donde saltan rosas y hojas que cortan
El viento,
Desangrándolo,
Envenenando cada respiro,
Para convertirlo mágicamente
En un humano más del universo;
La memoria es un humano perdido,
Invisible, diría.
7 comentarios:
Hermoso poema, asi es como los fantasmas hablan en momentos de locura, fantasmas nuestros de nuestra propia alma, de toda la muerte a la que tememos.
Salu2
Demasiado tiempo, demasiado.
Excelente poema, me gustaron especialmente los últimos versos.
Que estés bien.
Fernanda.
afortunadamente nos habitan los fantasmas poéticos,Ricardo!sino, seríamos humanos (invisibles)!
y sí, tal como dijiste en mi casa, creo en un mundo de poetas.
mil besos*
Leerte es el mejor estímulo para mis momentos de cordura... Me ha gustado mucho.
Un abrazo!
me encanta como animas objetos inanimados, es fantástico :).
muchos saludos!
Mira como los fantasmas liquidan tu mente; como la obstruyen de sueños y miradas, y profundos análisis.
Cómo nos ata el ser humanos, cómo a la memoria. Creo que aún despierto en las mañanas con ese insomnio destructivo, cuestionándome lo mismo… o tiritando en un sueño-pesadilla.
La locura no se toca con las manos: se besa con la imaginación. Abrazos.
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