...Caigo en mi instinto:

...Caigo en mi instinto:
No lloro, no me lloro. Todo ha de ser así como ha de ser, pero no puedo ver cajones y cajones pasar, pasar, pasar, pasar cada minuto llenos de algo, rellenos de algo, no puedo ver todavía caliente la sangre en los cajones. Gonzalo Rojas, Contra la Muerte

sábado, 20 de junio de 2009

ESTE MUNDO / La Creación.


“Primero fueron los gritos, el ciclón cedía a despertar la niebla, los céfiros neutralizaban el caletre más profundo de esta tierra; dura, espumosa, resistente y cegadora. Los mares se alzaron, como efecto de gravedad e infierno sin augurio. Me bastaba ver como los horizontes se quebraban para saber que se trataba de una transformación -una transformación onírica. Seguían los violines, grabé la sinfonía de la creación.
De pronto, se alzaron las piedras mezcladas con el vuelo, cicatrizaban todo lo terrenal –los gritos eran constantes- y el dulce orificio comenzaba a engrandecer la instancia más pura que había tenido presente. Era hermosa la mezcla de colores que se alzaban por los cielos, la moscada de mis pies temblaban por el vértigo de estar en la cima de mi euforia, estaba completamente extirpado por la perfecta secuencia de creación. Comenzaron a arder las rocas, siendo ya el fuego lo más inhumano; como si alguien permitiera que yo, fuera el único y afortunado espectador de tal maravilla. Los segundos de mi corazonada grabación era el inicio de todos los movimientos tan simultáneos que nacían de mi sentido tan sensorial.
Volteé la vista, fue un desmayo quien despertó mi vivaz armonía voladora. Del capullo más lumínico nacían ellas, las aves, las aguas, la nieve, el mineral; oscilaban como si mis ojos bailaran de excitación. Era un sonido magnifico.
Pero todo era tan material, me daba la impresión de estar en un volcán tan ostentoso que comencé a respirar soledad. Pero, una nube con forma de desolación comenzó a bajar desde mi cabeza. El cielo la llamaba “ilusión náutica”. Ahí fue cuando yo cedí mi primer paso. Comenzó como imán a encantar todo el alrededor, a llamarlo con diferentes sonidos, y todos hipnotizados comenzaron a obedecerles y a hechizar toda la superficie muerta. Vociferases surtían un color tan dominante de vista, que empezaron a vestirme de tales fragancias; y nació la paz nueva en mí, vencí el frío desolado. El gran remolino de rocas y sauces me comenzó a despertar y afirmar que esta enajenación era la nueva tierra, el nuevo mundo, el cual, estaba bienvenido a albergar en el inmenso reino de la naturaleza…”

5 comentarios:

Eduardo Galleguillos Castro dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
silvia zappia dijo...

Volé con tu vuelo sobre la tierra nueva, participé de explosiones y rodar de rocas, sentí el grito y el viento en la cara y, por fin, me vestí de sauces.
Bienvenido a la tierra.


Esto es tan hermoso,que hoy mis besos se multiplican en millones.

Eduardo Galleguillos Castro dijo...

CRONOLOGICA-MENTE HERMOSO, ES UNA SINFONIA DE RAIZ NATURAL,ES EL INICIO DE LA DRAMATICA ESTRUCTURA Y LA MAGNIFICA SENSIBILIDAD DEL MUNDO...

"ACOMPLEJADOS Y TRATANDO DE IMAGINAR CON IDEAS ESPASTICAS EL INICIO."


CUIDATE, MUY PROFUNDO RICARDO.

Juana Macías Moreno dijo...

Fantástico la creación del mundo y la vida, me encató.

Un gran beso.

Logan y Lory dijo...

Nos repetimos, pero es que siempre nos quedamos absortos asimilando tus textos. Son únicos.

Saludos.

PD. Tenemos para ti un premio en nuestro blog.