...Caigo en mi instinto:

...Caigo en mi instinto:
No lloro, no me lloro. Todo ha de ser así como ha de ser, pero no puedo ver cajones y cajones pasar, pasar, pasar, pasar cada minuto llenos de algo, rellenos de algo, no puedo ver todavía caliente la sangre en los cajones. Gonzalo Rojas, Contra la Muerte

viernes, 10 de abril de 2009

Gaviotas :


Me he quedado con tus manos…
Desgraciado acelera los tendones que cicatrizan las uñas y la muralla que nos unía. Extraño tanto esos momentos en que nos paseábamos, y te tomaba de la mano; juntos formábamos la ronda de la desunión. Porqué viento tuviste que irte, porqué céfiro lejano rodeaste mi alma y luego la abandonaste tan nefastamente, porqué eso ahora. Mientras Acariciaba tu mano, esperándote una vez más a que llegases en ese barco con sirenas de fábulas y peces surrealistas, prometiste halcones vanos y corderos tricolores, fue onírica tu despedida -como no recordarla.
Corríamos hasta encontrar el cosmos, el universo en ultrasonidos; que desvanecían nuestros cuerpo, caminamos al pasto morado por la sangre y el robusto océano nos saludaba a lo lejos, como no evocarlo querida, como no recordar el día en que corté tus manos; recuerdo inusitado que con tus lágrimas cubrí y sequé tus heridas, como no sulfurar el día en que te fuiste, y cortaste esa respiración tan engañosa, la cual cebaba noche y día… porqué te fuiste, porqué desapareciste imaginación, ¿O a caso mis manos existen?...

2 comentarios:

silvia zappia dijo...

A veces la imaginación nos quiere mal. Primero nos seduce, nos da deleite, luego calma, y de pronto nos azota con rencorosas tormentas de partida.Pero debe volver en medio de sirenas y Ulises prófugos, en medio de colores surreales...Sin nosotros,ella es incapaz de vivir.

Te saludo,genio!

Juana Macías Moreno dijo...

Siempre te quedan las manos, de todas formas me parece que tú no necesitas ni imaginación, eres increíble!

Un gran beso.