El rastreo que posiciona mi cabeza al presente. La solución que permite disipar la cosas; y motivan la solución como respuesta definitiva. Inefable es el estado de temperatura, indeleble es su satisfacción y perfecta filosofía al té matinal… y al despertar e irse al aula de moscas moribundas. Son letras tan lejanas al infinito, las que solucionan matemáticas y el sentir homogéneo. La importancia de invertir leyes a la vista, ¡disculpa!, ¿Disculpar a quién?, al céfiro que sopló tan fuerte al caerse crepúsculos desde mi retina, disculpas a las palabras que forcé para una buena definición de vida. Disculpa a la filosofía indeleble, alegato y cabeza desviada pero tan adjunta al momento de volar.
martes, 7 de abril de 2009
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1 comentario:
El academicismo inefable, hacedor de cálculos matemáticos de un té más un té es igual a dos aulas de moscas,debe retirarse ante el despliegue de alas emergentes de una cabeza desviada...o aprender a volar.
Excelente!
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