bajo el movimiento de las hojas del árbol de la espera,
la mañana busca el sombrero de la duda.
amalgamados se llenan de nidos los pájaros
en el vacío de mi pecho
como en una melodía de aleteos aéreos
nuevamente el hambre de los dioses carroñeros,
como verdaderos cíclopes se han adueñado de la siembra sentimental,
acaso los astros han secado las lágrimas del sauce?
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