jueves, 3 de diciembre de 2015
aparecido
aparecí en una mañana de sangre.
desintegrado sobre el camino del camino
como una vela nocturna
que se derrama cual lágrima poeta
no obtengo la oscuridad del ave
sin embargo me observo
como puesta de sol y sangre
aquí dentro del corazón
se acarician mis nomenclaturas;
mi poción de psique del día
oscuridad, sí,
oscuridad de niño
que se escuda en el árbol
esperando sincronizarse
junto al viento frío del suroeste,
no cabe el mar dentro de mi mar
ni supersticiosas páginas de espera,
totalmente habitable me volví
y hostil a la fragilidad,
cuan montaña travestida que me ve
y yo desde el mar,
arenisca y sol marciano,
sin nada más que abejas como violines
y trompetas como mar
me despojo de las máscaras
me despojo de la luz de las 19:45
y su tiempo perplejo
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