si todo vive en movimiento exhaustivo
los días perfectos no nos pertenecen
estoy derretido bajo el desierto infinito
un ave refresca su ala con su ala invisible
los espectros aéreos viven sonámbulos
en las plazas rodeadas de falsos árboles
que dictan sus leyes desoxigenadas
Ahí van los caballos arriba de los hombres
adueñados de las armas
ahí va el aire cobrando su impuesto invencible
con la vieja lámpara divina
espanta las moscas que vienen de las bocas
El día perfecto ya viene
con aires de la vieja selva muerta
ahí viene llorando de risa en risa
y aquí estoy yo
dándole de comer a los pájaros
detrás de la cordillera
detrás de mí mismo
con ojos
con manos
detrás de mi mismo.
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