Hemos oído hablar de la presunción, de la egolatría. Hemos oído hablar del insomnio. La almohada flota entre clínica y métrica, errática entre droga convulsionan mis oídos. No nos engañemos contra paredes, colores inviernos y vómitos en las esquinas, no nos engañemos, Señor Jesucristo. Entre montañas se esconden marcianos, explosiones y planetas; nos hablan de Marte, Júpiter, y el sol, recuerda siempre, no existe el insomnio. Durmamos o no durmamos siempre permanecemos despiertos, entre capullos náufragos y hieráticas nubes de electricidad durmiente. Sí, durmiente, despierta, entre montañas y céfalos, Sol, Júpiter… recuerda, no permitamos al sueño.
Viaje:
-Ha caído el lápiz-
Con Alas y cielo, complemento infinito, ni egoísmo y paraíso, es un vacío al olvido. Entre fragmentos y gaviotas, no exige lo indeleble, sueños, y pasiones; una danza de halcones. Luz, -sí, mucha luz, viento en posición de feto, cordón enredado entre aliento, durmamos, ¡no, no durmamos!, ganemos la carrera de la quietud, venzamos prejuicios, dominemos la luz. Doncellas besan mi boca, muerden la sombra empírica, materialista y dual, no es muerte, no es sueño. No es inconsciencia, ni punto a parte, es un día eterno, perdurable a la vez, es paraíso. Pero, Adán está muerto, besa mis pútridos pies, evasivos succionamos los plácidos susurros… el temblor es efluvio en mi piel, el castillo explosa…
-ha vuelto a caer el lápiz-
Viaje:
-Ha caído el lápiz-
Con Alas y cielo, complemento infinito, ni egoísmo y paraíso, es un vacío al olvido. Entre fragmentos y gaviotas, no exige lo indeleble, sueños, y pasiones; una danza de halcones. Luz, -sí, mucha luz, viento en posición de feto, cordón enredado entre aliento, durmamos, ¡no, no durmamos!, ganemos la carrera de la quietud, venzamos prejuicios, dominemos la luz. Doncellas besan mi boca, muerden la sombra empírica, materialista y dual, no es muerte, no es sueño. No es inconsciencia, ni punto a parte, es un día eterno, perdurable a la vez, es paraíso. Pero, Adán está muerto, besa mis pútridos pies, evasivos succionamos los plácidos susurros… el temblor es efluvio en mi piel, el castillo explosa…
-ha vuelto a caer el lápiz-
4 comentarios:
Es que la vida es sueño... o el sueño vida.
Saludos
El lápiz no debe caer, no debe dormir.Debe asistir a la explosión del castillo.
Te dejo un beso
mi lapiz no duerme y a veces se enoja conmigo porque yo lo hago, simplemente no sé que responderle, solo le digo que hay muchos de mis amigos bloggers que tambien lo utilizan y a cualquier hora hacen uso de él...
un abrazo
es un vacio al olvido, impresionante.
el lápiz vive su propio insomnio.
Un beso dibujado con un lápiz.
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