Cada vez que leo su sonrisa, vuelan reptiles de espanto y sumisión asertiva; es una inminencia rastrera de hipocresía. Era tan bellísima su mocedad –sincera- una imagen virtuosa y sin problemas…
Cada vez que leo sus ojos, su retina brilla al no oír el lamento quebrado por la arena playera, del río y sin puente navegante. La imaginación es tan oblicua, y tú aún, aún sigues sosteniéndole su mirada al poste inquieto –sin madera- que grita tras no poder pasar el lago. Superpuesta te sumerges, más… te hundes como arena movediza, con escalofrío y escarchas de lagrimales lacrimosos; aun sigues ingenua y sin problemas…
Cada vez que leo tus manos, las líneas en sepia se confunden con el aroma de los rayos solares. –toc toc, sonó la puerta- Quisiera librarte de toda tu humedad, que pronto esquivas con hongos navegantes, y aun más, rastrean un segundo de centímetros inminentes que desdoblan tus líneas oblicuas, y con esencia de nubes putrefactas doblegar tus labios que congelan tus risas infrarrojas, pero aún así, sin problemas…
Cada vez que dibujo tu corteza, el fondo disuelve mi carbón gris, y el agua rebalsa toda infame madera nauseabunda, esa corteza se detiene. Sin álgidos se endulza el lago; almidón rojo y contenido gaseoso. Sin empatía pude hacerte comprender, el hálito yace en fuego acuoso, y mi voz termina en dialogo con tu sombra… Ahora sí comprendí, que el problema le eras tú…
2 comentarios:
Cuando la gente nos ahoga, nos tortura solo con su esencia, nos amarga solo con su mirar, es mejor ser invisible y pensar -y visualizar- en aquella gente que nos otorga aunque sea una pizca de lo más maravilloso de la tierra: amor.
Como siempre, muy buen texto :)
Esquivemos los ríos pútridos, los hongos anhelantes, las líneas de manos oscuras;consultemos a nuestra propia sombra como si fuera un oráculo,y alejémonos hasta de la orilla.
Gracias por tu visita,estoy volviendo.
Te dejo un beso.
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