Espías en Amnesia :

Mucho sol en el atardecer, marcan las horas y él no se oculta. Tantos automóviles, tanta pereza en su andar, inercia al caminar, caen bolsos, colores, y besos al despojo. Golpean mi puerta, era mi sombra en busca de alientos profundos, nada importante, ésta se cierra por completo, quiebran miradas, sofoca hojas secas que caen de invierno vendito y podrido; pero delicioso. Cambiaría tanto el aspecto de esta inesperada salida, agresión de sentimientos, el reencuentro tan hiper-ventilado, en fracción de segundo tan azulencos, tan látex al caminar. Pero tan gracioso argumento, aun que le sea poco seductor en un aspecto mucho más social y costumbrista. -Tú me entiendes querida sombra-.

Bueno la hora se me hace exacta, rompe el reloj, la arena sale de su órbita, se apaga el monitor, fuera, fuera, fuera estoy de mi atmósfera, quiero dar un paseo, respirar satélites distintos, por eso te espero; aguacero de VERANO. Fotos caen al caminar, como rastro perfecto de éxtasis minucioso. Observan mi sombra, a mí nada, solo un espía llamado sol. Danzo porque existen las siete, donde ya el espía guarda fuerzas para capturar miradas al día siguiente, mi tristeza se hace sonrisa y mi voz vuelve a salir, la noche es gozosa, clamorosa y concentrada, mientras las horas pasan, y los espasmos cobran caminos. Es hora de una hiper-ventilación más, pero ésta ya está en el antídoto para romper con la rigidez, vivo como sonámbulo, sueño con telarañas, mi hora esta en el reloj, la amnesia, recuerdos, hiper-ventilaciones, mi voz, el sol, mi voz, espasmos, la cera, mi simulacro detallista, mi escena de telarañas:

Espías otra vez,

Amaneció. ¿Entendiste?