vengo de un horizonte fragmentado
a anidar en las orillas de esta cama profunda:
estás aquí conmigo, desiertos los dos;
habito contigo bajo el silencio de estos lirios.
caminante te ves erguido
quiero tocar tu aura a contraluz,
la toco y la bebo suavemente en mi boca.
estas ahí parado mirándome en este cuarto solo.
eres gran ave rapaz geminiana,
adoro tu desnudez junto a mi desnudez,
cuando la mañana te escucha acariciar mi locura
te siento aquí dentro esculpir esta gloria.
transitas como inminente barco entre mis olas inquietas,
ya te pareces a mi mano y a mis pájaros augurales.
sostengamos hoy esta luz sorda de universo inquebrantable;
¡sostén el firmamento que el viento allá afuera se siente lejano!
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