...Caigo en mi instinto:

...Caigo en mi instinto:
No lloro, no me lloro. Todo ha de ser así como ha de ser, pero no puedo ver cajones y cajones pasar, pasar, pasar, pasar cada minuto llenos de algo, rellenos de algo, no puedo ver todavía caliente la sangre en los cajones. Gonzalo Rojas, Contra la Muerte

jueves, 14 de junio de 2012

lo que no imagino :


Me imagino a veces, a veces
Como un niño soñando con un ruido cósmico
Un ruido que me adelgaza
me acapara
me destruye.
Me imagino a veces fragmentado
Relacionando paisajes de poblaciones efímeras
Donde el sol se acerca y se acerca y derrite
Y derrite lagañas de perros moribundos
Y ancianos con dos patas al suelo.

Persigo la luna imaginando,
Dando pasos consecutivos
Con dos píes consecutivos
Con tiempo consecutivo,
Al mismo tiempo camino
Con dos píes imaginándome.

La lejanía se oscurece en un lejano rojizo
Espeso desangrar de una gaviota en el cielo
El sol se esconde como un asesino de aves,
Imagino pensando imaginando el pensamiento
Recorro las calles en las que trasnoché desde la mente
Mi cabeza ha dado un salto de susto
Cientos de caballos corren tránsfugos
Recorriendo la luna creyéndose unicornios reales
Y caballos imagino engordando al espacio
Creyéndose ahora estrellas que se creen también luminiscencia,
Estrellas malditas, pintadas estrellas todas malditas
Que roban imaginación,
Que roban el sueño de una galaxia indiferente
La médula del loco que no reconoce colores de fuga noctámbula
Ni el hocico del alcohólico aliento de la niebla.

Me embravece pensar que debo dormirme ahora,
Y parar mi camino que no he imaginado aún.
Soy, digo soy por que imagino que SOY en este instante
Un árbol adherido a esta estrella, que se esconde y
Oculta su ojo rojo de fantasma desescalado;
Me voy volviendo en un barco que no reconoce horas
Imaginando unicornios y estrellas pintadas
Que deberían iluminar y volar
Que debería definir realmente
Qué voy a ser, o imaginar. 

1 comentario:

Anna Bahena dijo...

Me imagino a veces como una hoja seca que solo espera beber un poquito de lluvia y creerse asi, con el poder de vivir -eterna- inalcanzable en el desertico jardin de cada día.

Ojos encharcados por tu poesía.

Amé este texto, inevitable...

Un abrazo y que bueno regresar y saber que estas aun, con las palabras y que te embravezca pensar que debes dormir ahora, a una hora.

Un abrazo fuerte.

Anna Bahena.